No hay marcha atrás. Solo una pregunta: ¿quién es el culpable?
¿El programador que escribió las líneas de código? ¿El propietario que confió en la máquina? ¿O la propia inteligencia artificial que decidió por sí misma? A medida que avanza el juicio, las certezas se desmoronan. Los testimonios se contradicen. Las pruebas se vuelven ambiguas. Y tú tendrás que votar.
Con un formato que mezcla teatro, thriller judicial y experimento social, The Jury Experience — Muerte por IA: ¿Quién paga el precio? transforma al público en juez, testigo y conciencia colectiva. Cada decisión modifica el rumbo del espectáculo: no hay finales fijos, solo consecuencias.
¿Hasta dónde llega la culpa cuando quien comete el crimen no es humano? La respuesta está en tus manos.