La historia se divide en dos hilos paralelos: David y Marta, Clara y Max. Dos encuentros, dos fiestas, una misma emoción inicial. Pero algo cambia. Y ese giro, sutil pero definitivo, invita al espectador a mirar más allá de las apariencias, a cuestionar los límites y a poner palabras a lo que muchas veces se calla.
Con una puesta en escena directa y envolvente, «Sí Sí Sí» alterna ficción con testimonios reales de jóvenes y se abre a la participación del público, generando una experiencia teatral viva, dinámica y profundamente humana. Lejos de moralismos, la obra apuesta por una mirada luminosa y valiente sobre temas que atraviesan la vida cotidiana.
Un espectáculo que interpela sin juzgar, que emociona sin dramatismos, que hace reír y pensar a partes iguales. Porque hablar de consentimiento también es hablar de cómo queremos querernos.