Mientras la ciudad se llena de controles, prohibiciones y policías, Ragazzo escucha música, lee, cocina, se enamora y participa en el Foro Social Mundial, donde miles de personas imaginan alternativas a la globalización. La obra avanza entre lo íntimo y lo político, mostrando cómo una decisión aparentemente pequeña —permanecer en una acción pacífica de desobediencia civil— puede cambiarlo todo.
Con dirección y texto de Lali Álvarez Garriga y la interpretación de Pau Bondiez, Ragazzo propone una mirada directa, sin artificios, que apela a la memoria colectiva y a las preguntas incómodas sobre la violencia, la protesta y la responsabilidad individual. Un relato intenso y necesario que invita a detenerse y escuchar aquello que aún resuena bajo el ruido de la historia.