En su aventura desfilarán personajes tan disparatados como reconocibles: un señorito enganchado al palo de selfie, una Nina que defiende su helado como un tesoro, un banquero esclavo de su máquina y hasta un cocodrilito juguetón que suelta burbujas inesperadas. Todos ellos construyen un universo surrealista que convierte cada escena en una sorpresa.
Con un ritmo trepidante y un humor cercano, el espectáculo juega con lo absurdo y lo tierno para crear una experiencia única, donde el público se convierte en cómplice de cada travesura. Un viaje delirante, fresco y vitalista que demuestra que los títeres de guante no solo siguen vivos, sino que todavía saben provocar carcajadas, ternura y pura magia.