La propuesta guía a los niños desde el descubrimiento de su propio reflejo hasta la relación con aquello que es distinto, pasando por una conexión simbólica con los elementos de la naturaleza. Todo se articula a través de la danza y de una selección musical que sorprende por su delicado mestizaje: una guitarra eléctrica dialoga con un saxofón, un clarinete se combina con una voz clásica, y fragmentos operísticos se transforman en nuevos paisajes sonoros sin perder su esencia.
La puesta en escena construye un ambiente cercano, sereno, casi ritual, que permite que los más pequeños exploren sensaciones sin prisa, siguiendo el pulso de cuerpos y sonidos que se buscan, se reflejan y se acompañan. «Miralls» no busca impresionar a través del exceso, sino ofrecer un refugio: un lugar donde la belleza y la calma abren una puerta a la atención plena.
En un mundo que avanza a toda velocidad, este espectáculo se convierte en un respiro necesario. Una invitación a reconectar con lo esencial y a descubrir, en el otro y en uno mismo, un reflejo compartido.