Este evento marca un punto culminante en la temporada del teatro, al presentar dos piezas icónicas: «Sémiramis» y «Don Juan», en una coproducción con el Théâtre National de l’Opéra-Comique de París y bajo la visión del maestro Jordi Savall.
Los coreógrafos Edward Clug y Ángel Rodríguez, reconocidos por su creatividad y capacidad para transmitir emociones a través del movimiento, lideran la interpretación de estas obras. Clug, famoso por su trayectoria en evadir la opresión comunista a través del arte en Rumanía, y Rodríguez, quien se ha destacado en algunos de los escenarios más prestigiosos de Europa, aportan una perspectiva única al legado de Gluck.
Jordi Savall, encargado de la dirección musical, se une a este proyecto con un profundo respeto y admiración por Gluck, cuya música ha sido revolucionaria por su capacidad de expresión dramática y su coherencia narrativa. «Don Juan», compuesta justo un año antes de «Orfeo et Euridice», muestra una innovación en el ballet de la época, adaptando la obra de Molière para el gusto del público vienés con una orquesta que potencia la expresividad de la danza.
El Ballet du Capitole interpreta estas composiciones en el Liceu, donde cada paso y cada nota se transforman en un diálogo entre la música y el gesto, ofreciendo al público una experiencia visual y sonora de inmenso calibre. Este enlace de talentos promete una noche donde la danza clásica dialoga con la innovación coreográfica, poniendo en escena la sensibilidad y la pasión que caracterizaron a Gluck como precursor de los grandes cambios en el mundo del ballet y la ópera.
Este evento no solo es una celebración de la música y la danza, sino también un homenaje a la capacidad del arte para cruzar fronteras y unir culturas a través de la belleza del movimiento y la armonía. Una cita obligada para los amantes de la danza y la música clásica que buscan experimentar la magia de la interpretación en vivo en uno de los escenarios más emblemáticos de Barcelona.