Ganadora de un Premio Tony, la obra nos arrastra a un motel destartalado en la América profunda, escenario perfecto para un humor que corta tan afilado como una navaja. Allí, Carmichael, un hombre marcado por la violencia y la obsesión, lleva veintisiete años buscando la mano que le arrancaron siendo niño. Cuando una pareja de delincuentes torpes le ofrece una mano disecada que juran es la suya, la situación se complica hasta el delirio. El recepcionista del motel, un personaje tan ingenuo como imprevisible, completa el cóctel explosivo.
McDonagh, maestro del humor negro contemporáneo, construye aquí una trama donde la brutalidad y lo absurdo se mezclan con una precisión casi poética. La mà es una historia sobre la pérdida, la venganza y la necesidad desesperada de aferrarse a algo —aunque sea a una mentira.
Con diálogos afilados y un ritmo endiablado, esta obra confirma que, en el teatro de McDonagh, todo lo que puede salir mal… acaba saliendo peor.