En esta historia, una mujer decide acudir por primera vez a una reunión de vecinos. Nunca ha asistido antes, pero siente que hoy es el momento. Ha salido antes de su trabajo en el supermercado para poder estar ahí, porque tiene algo importante que decir, algo que no puede esperar más. Necesita hacer una petición incómoda, un favor que no será fácil de conceder, pero que es fundamental para derribar el muro de incomprensión que muchas veces se alza entre las personas y su entorno.
La dona del tercer segona, con la interpretación de Àurea Márquez, bajo la dirección de Ivan Benet y el texto de Víctor Borràs, logra, en 70 intensos minutos, dar voz a aquellos que a menudo se sienten invisibles, y nos recuerda que detrás de cada puerta cerrada hay una historia que merece ser escuchada.