En esta versión, Alidoro, el preceptor del príncipe Don Ramiro, desempeña un papel clave al reconocer y promover la bondad de Angelina, menospreciada por sus vanidosas hermanastras. La trama se teje con engaños y enredos que llevan a situaciones hilarantes, culminando en un final donde impera el perdón y la redención.
Compuesta en un frenesí creativo para el Carnaval de Roma de 1817, Rossini utilizó su prodigioso talento para dotar a «La Cenerentola» de un vigor excepcional, marcado por los intensos crescendi que caracterizan su música. La ópera debutó en Barcelona en 1818, capturando de inmediato la admiración del público por su enfoque innovador.
«La Cenerentola» combina la sensibilidad de una heroína operística tradicional con el humor y la inventiva del estilo bufo de Rossini. Desde la emotiva aria inicial de Angelina, «Una volta c’era un re», la obra nos sumerge en una narrativa donde la virtuosidad vocal brilla en medio de la comedia.
Actualmente, «La Cenerentola» sigue siendo un testimonio del ingenio de Rossini, representada en escenarios de todo el mundo con una mezcla de sutileza, melancolía y un toque burlesco, haciendo de cada representación un aprendizaje para las audiencias modernas sobre el triunfo de la bondad y la humanidad en el teatro operístico.