El programa propone un recorrido que va del clasicismo refinado de Marius Petipa a la elegancia abstracta de George Balanchine, en un diálogo entre el pasado y el presente que revela la vigencia eterna del ballet. La música de Chaikovski guía este viaje sonoro con su lirismo inconfundible, mientras las notas de Puccini y otros compositores tiñen de matices la atmósfera, entre la melancolía y el éxtasis.
Entre los protagonistas, brilla el Ballet de Catalunya, una compañía que ha logrado lo que parecía un sueño: convertir la danza en una declaración de identidad. Bajo la dirección de Leo Sorribes y Elías García, presentan Souvenir, del italiano Vincenzo Timpa, una pieza que respira contemporaneidad, y Fast Avance, del propio Sorribes, una explosión de energía neoclásica.
En el Liceu, la danza deja de ser coreografía para convertirse en relato. Un suspiro colectivo, una sinfonía de cuerpos que hablan sin voz. Una noche donde el arte se hace carne, y la emoción, movimiento.