Lejos de situar el problema en un pasado lejano, el espectáculo rastrea el origen del blackface desde el Teatro del Siglo de Oro hasta prácticas y celebraciones que aún hoy se consideran normales. A través del humor, la ironía y el relato personal, Albert Sopale desmonta la llamada «historia oficial» y pone el foco en aquello que durante siglos se ha blanqueado, minimizado o convertido en folclore.
La obra avanza mediante distintos personajes y situaciones que permiten asomarse a emociones largamente silenciadas: la rabia, la tristeza, el cansancio y también la resistencia. Blackface y otras vergüenzas no busca dar lecciones, sino provocar una escucha activa y cuestionar el imaginario colectivo que sigue sosteniendo estas violencias simbólicas. Un ejercicio escénico valiente, directo y profundamente contemporáneo.