Este año, lejos de desaparecer, el festival adopta una versión más íntima y concentrada, creada en colaboración con el Institut français de Barcelona, para mantener vivo ese encuentro anual con las historias y miradas que llegan desde el ámbito francófono.
Durante los días 27, 28 y 29 de noviembre, el público podrá descubrir cinco películas recientes e inéditas en Barcelona, seleccionadas por su capacidad de emocionar, sorprender o cuestionar desde la sutileza narrativa que caracteriza al cine francés actual. Es una programación breve, pero diseñada al milímetro para ofrecer una panorámica diversa: nuevos talentos, directores consagrados, relatos que se mueven entre el drama, la comedia, la introspección o el imaginario social contemporáneo.
Esta edición especial de Ohlalà! se convierte así en una cita ideal para reencontrarse con la pantalla grande, para disfrutar del ritmo particular del cine francés —su humor delicado, sus personajes complejos, sus silencios tan elocuentes como sus diálogos— y para mantener viva la comunidad cinéfila que el festival ha ido construyendo a lo largo de los años.
En las próximas semanas se anunciarán los títulos y la manera de asistir a las proyecciones. Hasta entonces, la recomendación es sencilla: reservad las fechas y preparaos para tres días de buen cine, en su forma más depurada y cercana.