La muestra combina títulos del cine contemporáneo con producciones propias que exploran las grandes inquietudes de la existencia: la empatía, la fe, la vulnerabilidad, la búsqueda de sentido. En un contexto marcado por desigualdades crecientes, la programación se convierte en un espacio de pausa y reflexión colectiva, donde el cine actúa como puente entre experiencias y miradas distintas.
Uno de los ejes de esta edición es la retrospectiva que la Filmoteca de Cataluña dedica a Andrei Tarkovski. Los siete largometrajes del cineasta ruso, tan celebrados por su profundidad espiritual, regresan a la gran pantalla para recordar su capacidad única de filmar el misterio: el tiempo como materia poética, la naturaleza como espejo interior, el silencio como territorio de revelación.
La Muestra de Cine Espiritual no busca respuestas cerradas, sino abrir un espacio de diálogo con uno mismo y con los demás. Un festival imprescindible para quienes ven en el cine no solo entretenimiento, sino también una forma de pensar el mundo y reconocerse en él.