El corazón del Witch Market es su Mercado Mágico, donde artesanos y creadoras despliegan pociones, joyería fantástica, ilustración, objetos rituales, ediciones especiales y piezas que parecen salidas de universos alternativos. Pero el mercado es solo el portal de entrada: detrás se abre un fin de semana saturado de programación.
En el Paraninfo, conciertos de bandas sonoras, panels sobre romantasy, doblaje, vestuario fantástico y actuaciones musicales conviven con rifas benéficas y encuentros con autoras nacionales e internacionales. En la Aula Magna, la literatura especulativa ocupa el centro: talleres de narrativa, debates sobre representación queer, presentaciones editoriales, entrevistas y grabaciones en directo de podcasts que arrastran legiones de seguidores.
El Claustro 2 se convierte en el Aula de los Menesteres, donde el cosplay tiene su propio espacio, entre talleres inmersivos y actuaciones. En el Jardín Central, rebautizado como Bosque Prohibido, hay photocalls Romantasy, gincanas, bodas exprés, flashmobs sorpresa y animación que aparece donde menos se la espera.
El Patio Lateral acoge un oasis de actividades infantiles, juegos de mesa, maquillaje fantástico y carpas temáticas donde cada rincón tiene un guiño para fans del imaginario mágico.
El BCN Witch Market es una experiencia total: un festival donde la fantasía no se observa, se practica; donde la magia no es un decorado, sino una forma de estar. Un fin de semana para quienes creen que la imaginación, cuando se celebra en comunidad, es el hechizo más poderoso.