El lago de los cisnes abre el programa con su mezcla inconfundible de lirismo, dramatismo y romanticismo. La historia de amor marcada por el destino encuentra en la partitura de Chaikovski una intensidad que trasciende la escena y convierte cada fragmento en una experiencia emocional profunda. Fue el primero de sus grandes ballets y sigue siendo uno de los más influyentes de la historia.
La segunda parte del concierto se adentra en el universo de El cascanueces, una obra ligada al imaginario navideño que habla de la infancia, de los sueños y de la frontera difusa entre la realidad y la fantasía. Sus melodías evocan nostalgia, asombro y ternura, creando un ambiente cálido y evocador.
Como complemento, la Suite nº 2 del ballet Spartacus de Khachaturian añade un contraste vigoroso y épico, cerrando una noche donde la música se convierte en relato, emoción y celebración compartida.