Formado en California a principios de los 90, el trío recuperó actividad tras años de silencio y ha encontrado un lugar inesperado en el presente. Al frente está Keanu Reeves, bajista y pieza discreta dentro del engranaje, que muestra aquí una faceta alejada del cine, sin artificios y con un enfoque puramente musical. No es un proyecto concebido para el mito de Hollywood, sino para quienes disfrutan del rock alternativo en estado directo: guitarras sólidas, melodías claras, estructuras simples y ganas de contar historias.
El concierto está recomendado para quienes crecieron con Foo Fighters, Pearl Jam o Stone Temple Pilots, pero también para nuevos oyentes que buscan un rock limpio, sin nostalgia impostada. Dogstar no aparece como revival impostado, sino como una banda que vuelve porque tiene canciones nuevas y una energía que merece escenario.
La cita llega bajo el paraguas de Primavera Tours, la línea de programación del Primavera Sound que extiende el festival durante todo el año y en espacios de escala humana, donde el público escucha a pocos metros del escenario. Una oportunidad para ver a Dogstar de cerca, sin estadio de por medio, y comprobar en directo cómo su sonido mantiene aquello que los hizo reconocibles sin convertirse en museo.
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