Formada en Sabadell en 2001 y dirigida por Mariona Sánchez, Catasons reúne a unas sesenta personas que llegan de mundos distintos pero comparten una misma apuesta: cantar con rigor y al mismo tiempo disfrutar del proceso. No es una coral profesionalizada, pero su trayectoria demuestra una ambición artística que la ha llevado a actuar por toda Cataluña y a cruzar fronteras hacia Francia y el País Valenciano, siempre con la voluntad de contagiar esa energía coral que funciona mejor cuando se vive de cerca.
El repertorio que presentarán en el museo no busca homenajes solemnes ni ejercicios de virtuosismo: son canciones conocidas, directas, que conectan con un imaginario emocional compartido. Cantadas a capela, sin artificios, permiten escuchar cómo cada voz se coloca en relación con las demás, cómo se sostiene o se retira para dejar espacio a otra, y cómo, finalmente, se crea un tejido sonoro que no podría existir de manera individual.
El museo, habituado a custodiar restos de otras épocas, se convierte así en un lugar perfecto para esta celebración. Allí donde normalmente habitan objetos silenciosos, la coral propone un gesto distinto: llenar ese vacío con memoria cantada. Un concierto sencillo pero vibrante, que no pretende competir con la espectacularidad navideña, sino ofrecer algo más escaso y valioso: un momento de comunidad.