La experiencia comienza con una visita guiada por la planta noble, conservada tal y como la habitó la familia Amatller. Pasear por sus estancias es adentrarse en el universo que Josep Puig i Cadafalch diseñó con meticuloso detalle: vitrales que filtran la luz como si fueran joyas, artesonados cargados de simbolismo y mobiliario que revela el gusto exquisito de una época donde el arte se respiraba en cada gesto.
Pero la historia de la casa no se entiende sin la saga que le dio vida: los Amatller, chocolateros que convirtieron el cacao en un oficio refinado. Por eso, la visita culmina con una degustación de chocolate Amatller, elaborado siguiendo la tradición que durante generaciones ha acompañado a esta familia emblemática. Es el broche perfecto: un sabor que despierta memoria, calidez y espíritu festivo.
Dulce Navidad en la Casa Museo Amatller es un pequeño viaje en el tiempo, una celebración navideña envuelta en arte modernista y en el aroma seductor del chocolate. Una invitación a comenzar las fiestas con una mezcla de cultura, belleza y dulzura difícil de olvidar.